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martes, 17 de septiembre de 2013

Vuelta al cole y a la rutina con buen humor








Tareixa Enríquez López

Tras unas largas vacaciones, el cambio del ocio en general a la rutina escolar o laboral, puede comportar frustración y ansiedad. Y eso, desde un punto de vista de salud, baja las defensas y nos vuelve más indefensos ante cualquier enfermedad. Por eso, además de reincorporar progresivamente rutinas relacionadas con la hora de acostarse y levantarse, horarios de comida y hábitos similares a las que se siguen durante el curso, de modo que la transición sea suave, también se puede recurrir a algunos remedios extras que nos ayudarán a adaptarnos mejor al nuevo ciclo. 

Flores de Bach para adaptarse mejor

Dentro de la terapia floral del Dr. Bach, hay una flor que está muy indicada para adaptarse mejor a los cambios: “Walnut” (nogal). Puedes poner 4 gotitas de walnut en un vaso pequeño de agua y tomar cuatro veces al día, siendo las tomas más importantes la primera de la mañana, nada más levantarte, y la última de la noche, justo antes de acostarte. También se pueden tomar a lo largo del día cada vez que nuestro estado de ánimo lo requiera.

Para los niños que vuelven al cole y para todos los estudiantes que reinician el curso, también les vendrá bien añadir otra esencia floral llamada “Clematis” (Clemátide) que facilita la concentración, tan necesaria después de la dispersión de las vacaciones. Se pueden poner ambas flores juntas, 4 gotas de cada una en cada toma.

Recuperar la rutina del sueño

Las alteraciones en el sueño y, en consecuencia, las dificultades de concentración y de atención sostenida, síntomas habituales del llamado síndrome posvacacional, también pueden evitarse con un remedio natural.

Para mejorar la calidad del sueño y facilitar la vuelta a los horarios normales, ayuda mucho recurrir a un suplemento natural de triptófano en cápsulas ya que es un aminoácido esencial que no puede ser sintetizado por nuestro organismo y por lo tanto debe ser suministrado por la dieta. Un incremento de triptófano a nivel cerebral favorece la síntesis de serotonina, una hormona que influye sobre la casi totalidad de funciones cerebrales: ritmos circadianos, sueño-vigilia, control neuroendocrino, temperatura corporal, percepción del dolor, actividad motora, funciones cognitivas (contenido de nuestros pensamientos), afectividad y otras múltiples acciones. Se pueden tomar dos cápsulas en el desayuno y otras dos después de la cena.

Si los problemas de sueño son debidos al cambio horario, debido a los viajes, también se puede recurrir a la melatonina en comprimidos. Esta hormona segregada por la glándula pineal (ubicada en el cerebro) tiene como función principal regular el sueño controlando los ritmos circadianos. La melatonina que produce nuestro cerebro tiene su máxima secreción cuando no hay luz, es decir, por la noche, sobre todo entre la 1:00 y las 5:00 horas de la madrugada. Ese es el momento en que el sueño es más profundo. Como nuestro cerebro produce la melatonina solamente de noche, puede resultar útil suplementar la dieta con comprimidos de melatonina siempre que acumulemos muchas horas de luz seguidas, como ocurre en los viajes en que se cruzan varias franjas horarias. Pero también se ha constado que la secreción global de la melatonina decrece con los años y que esta puede ser la razón por la que a medida que avanzamos en edad el sueño se hace más fraccionado y de peor calidad. 

Por eso en caso de jetlag a la vuelta de vacaciones, o de insomnio sin causa aparente en personas de edad media o avanzada, tomar un comprimido con 1,9 mg melatonina dos horas antes de acostarse, puede ayudarles a conciliar el sueño..





Nutrientes para alargar tu vista






Tareixa Enríquez López
La córnea, la retina y el cristalino sufren una constante agresión lumínica. Con el estilo de vida actual esa agresión se hace más intensa ya que nuestros ojos se ven sometidos a una exposición continuada a las pantallas de televisión, ordenador, móvil, tablet, etc., así como a los rayos de sol y a las luces potentes. Esto produce residuos nocivos (radicales libres) que causan pequeños daños que el ojo tiene que reparar a diario. Con los años, esta capacidad de reparación decae, las estructuras oculares se oxidan y degeneran y pueden aparecer alteraciones de retina, mala visión nocturna, cataratas, etc. Sin olvidar que los problemas de salud como la hipertensión, la diabetes, el colesterol y el tabaquismo, también pueden repercutir en la vista.
Así vemos como a partir de los 40-45 años, las personas que no han tenido ningún problema de visión anteriormente empiezan a notar cambios en la calidad de la visión y cada vez se adelanta más la presbicia y por tanto la necesidad de usar gafas de “cerca”. Y a partir de los 60 años, un 3-4% de personas sufre otros problemas más graves de vista como la degeneración macular y un 25% sufre cataratas en algún grado.
¿Qué hacer? ¿Leer menos, usar menos las pantallas y proteger los ojos de los rayos de sol? Pues además de intentar hacer un uso más racional de las pantallas, de protegernos de la luz solar con las gafas apropiadas, de hacer gimnasia ocular, y pasar revisiones oftalmológicas adecuadas, hay algo muy fácil y eficaz que podemos hacer para alargar la vida de nuestra buena vista: alimentarlos mejor.
El menú de tus ojos
Efectivamente, se sabe que para ayudar a la vista a reparar esos desgastes que se producen con el paso de los años, necesita de unos nutrientes específicos como:
. Vitamina A y betacarotenos procedentes de la zanahoria y otras fuentes, ya que estos nutrientes neutralizan los radicales libres producidos por la luz, oxígeno, humo, etc., que deterioran la transparencia y causa sequedad en la córnea y cristalino del ojo.
. La luteína y la zeaxantina dos carotenos presentes en algas (sobre todo la Dunaliella salina), pimientos rojos, coles, repollo, lechuga, espinacas, maíz, mostaza, yemas de huevo y kiwis, entre otros, que mantiene la salud de la retina facilitando su función visual y protegiéndola de la luz y de los radicales libres.
. Fitonutrientes presentes en arándanos, algas y otras frutas y verduras, que preservan la irrigación ocular, la agudeza visual y mejoran la visión nocturna.
. Zinc, selenio y vitaminas A y E que protegen las estructuras oculares del daño oxidativo.
. Vitaminas A, E, C, zinc y carotenos que mantienen la agudeza visual y regeneran los pigmentos.
Así que lo ideal sería incluir en el menú diario todos estos nutrientes a través de alimentos como los arándanos, el germen de trigo, la levadura de cerveza, las algas, los huevos, el aguacate, las almendras, las zanahorias, etc.
Si fuerzas mucho la vista
Para las personas que trabajan constantemente ante el ordenador y fuerzan mucho la vista, lo mejor es asegurarse la cantidad diaria recomendada de esos nutrientes recurriendo a un complemento alimenticio dietético que los contenga y tomar la dosis aconsejada por el fabricante (1 o 2 cápsulas al día). Pero siempre es mejor escoger un complemento dietético natural cuyos nutrientes procedan de fuentes naturales como zanahoria, arándanos, algas, etc.
Con esto y con un estilo de vida adecuado para los ojos que permita entrenar la vista a corta, media y larga distancia, estaremos asegurando una larga vida a la vista.


Recupera tu piel tras el verano



Tareixa Enríquez López

La piel necesita cuidados especiales tras el verano, incluso aquellas que no tienen problemas y que han sido protegidas de forma esmerada bajo el sol. Y el otoño, que está a la vuelta de la esquina, es la mejor época para darle cuidados intensivos a una piel que pierde siempre algo (y no solo agua) con cada verano que pasa: grasa, colágeno y, como consecuencia, tersura y firmeza. Así que para mantener muchos años una piel fresca, lozana y tersa, te propongo un plan posvacacional que incluye complementos dietéticos para alimentar la piel por dentro, y una selección de cosméticos naturales que me ha recomendado Mª Jesús Pinto, esteticista especializada en cosmética natural.
. Colágeno hidrolizado: tomar un complemento dietético a base de colágeno hidrolizado, o gelatina combinada con magnesio, resulta muy eficaz para que la piel no pierda hidratación y luminosidad. Con el paso de los años, los tejidos pierden colágeno, la proteína dérmica más abundante, y cuya carencia hace que la piel pierda hidratación y luminosidad, se vuelva flácida y con más tendencia a las arrugas. Las fuentes naturales de colágeno, como por ejemplo los pies de cerdo, no son muy recomendables dietéticamente hablando, sobre todo en las cantidades que deberíamos consumirlos para conseguir la dosis mínima eficaz de colágeno. Por eso los expertos recomendamos tomar un suplemento diario de 10 gramos de gelatina hidrolizada, que equivalen a 2-3 cucharaditas del producto disuelto en agua y que se puede tomar en ayunas. Aunque estos productos son conocidos sobre todo para mantener las articulaciones en forma, son también una de las mejores formas de reponer el colágeno de la piel por vía interna. Es mejor hacer una cura de colágeno hidrolizado de 3 meses seguidos.
. Grasas reparadoras por dentro y por fuera: para proteger el colágeno necesitamos también reponer los lípidos o grasas de la piel y para ello podemos actuar por ambas vías: la interna, a través de la alimentación, y la externa, con los cosméticos adecuados. Es bueno tomar un suplemento de aceite de perlas de germen de trigo (de 2 a 4 al día), ya que es un verdadero elixir rejuvenecedor de los tejidos, y aplicarse externamente alguna crema antiedad bio que contenga aceite de argán y de germen de trigo.
. Alimentos ricos en cobre: como este mineral está implicado en la síntesis del colágeno, estaría bien incluir en la dieta de estas próximas semanas, al mismo tiempo que el suplemento de gelatina hidrolizada, alimentos ricos en cobre como acelgas, espinacas, espárragos, lentejas, avena y soja.
. Cuidados cosméticos intensivos: dependiendo de la edad, aplícate durante los tres próximos meses, el siguiente plan cosmético.
  • Si tienes menos de 40 años: aplícate mañana y noche, un serum reparador a base de Epigran (una sustancia extraída del germen de trigo con una tecnología exclusiva de la firma de cosmética natural alemana Dr. Grandel). La aplicación debe hacerse tras una buena limpieza facial.
  • Si tienes más de 40 años: por la mañana, antes de la crema de día habitual, aplícate ácido hialurónico en liposomas (para favorecer su penetración). Y por la noche, tras la limpieza de rigor, aplícate aceite de rosa mosqueta, de gran efecto reparador.
Si sigues este plan, te aseguro que tu piel seguirá firme, tersa y sin arrugas por mucho tiempo.



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