www.canalsolidario.org
Miles de turistas visitaron este verano el Parque Nacional de Bank d’Arguin, núcleo central de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza del Delta del Senegal, en Mauritania y pudieron disfrutar de sus nuevas infraestructuras. El proyecto de revalorización de esta zona desértica ha sido llevado a cabo por el proyecto Azahar, a través del que la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), en colaboración con Ministerios, comunidades autónomas y ONG, como la Confederación de Fondos de Cooperación y Solidaridad y la Fundación Biodiversidad, buscan “poner en valor” las zonas áridas y empobrecidas del planeta.
“El parque se ha convertido en el centro de conservación de humedales de Mauritania. El papel del Programa Azahar en el Parque Nacional, a través de colaboración técnica en el modelo hidráulico, seguimiento, monitoreo de flora, fauna y diagnóstico del sistema de gestión, es una forma directa de apoyo a estas poblaciones locales”, explican los responsables de la iniciativa.
Así, las actuaciones de los miembros implicados en el Programa pasan, además de por restaurar los ecosistemas, por promover la colaboración con las poblaciones locales en la elaboración de los planes de gestión y fomentar el desarrollo del ecoturismo. Tal y como explican los responsables de Azahar, los planes de restauración consiguen mitigar algunos de los problemas que sufren las zonas en las que se trabaja y se recuperan áreas que, habitualmente, han sufrido una gran degradación.
En este sentido, el Programa comprende acciones en materia de conservación de suelos, gestión sostenible del agua, energías renovables y uso eficiente de la energía, turismo y producción sostenibles, saneamiento ambiental y planificación y gestión medioambiental, ámbitos que pretenden dar una respuesta efectiva a los principales problemas medioambientales con los cuales se enfrentan los países de la cuenca del Mediterráneo, de América Latina y de África y fomentar el ecoturismo para que estas zonas desérticas cuenten con una fuente alternativa de recursos con los que luchar por sobrevivir a la desertificación.
José Jiménez, consejero técnico del Programa Azahar, reconoce que esta iniciativa, que está siendo actualmente estudiada estos días por la ONU, no es “una solución milagrosa” para el problema de la pobreza y la inmigración por la desertización de determinadas zonas del planeta, pero considera que “sí ayuda a diversificar la actividad económica de comunidades pobres que gracias al ecoturismo tienen una fuente alternativa de recursos con la que vivir”.
“Estas iniciativas, además, posibilitan poder resolver las dificultades para el aprovisionamiento de agua potable, las enfermedades ligadas al estancamiento del agua, la baja escolarización, la falta de asistencia médica o la ausencia de energía eléctrica. Además, permiten mejorar el nivel de vida de las poblaciones y la reducción del índice de pobreza, pues no existen mecanismos financieros de apoyo a las actividades generadoras de ingresos”, añaden desde la Fundación Biodiversidad, una de las organizaciones participantes al Programa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario