La Medicina Tradicional China (MTC) es una ciencia más dedicada a consolidar la vida que a batallar contra la enfermedad. Sus principios básicos apuntan ante todo a mantener la buena salud y eliminar las enfermedades. Para ello la MTC procura estimular una circulación adecuada de la energía interna, llamada Zhong Qi en chino. Esta energía nace en los órganos internos y recorre las diversas partes del cuerpo, produciendo intercambios con las mismas. El Huangdi Neijing (Canon Interno del Emperador Amarillo), obra maestra más importante de la MTC, señala: “Lo pernicioso no podrá surgir si lo sano predomina en el interior del cuerpo humano [...] Lo pernicioso se impone cuando lo sano se hace deficiente”. Es decir, son principalmente factores internos nuestros, no bacterias o virus, los que desencadenan las enfermedades; de la misma manera, la fuerza que cura la indisposición también yace dentro de nosotros. De ahí que el uso del medicamento chino priorice el reforzamiento o resucitación de la fuerza interna, más que la eliminación de los organismos patógenos intrusos.
Como productores de la energía, los órganos internos desempeñan diferentes funciones en el recorrido de ésta, a la vez que constituyen un todo indivisible. La MTC clasifica cinco vísceras como macizas, a saber, Zang (corazón, hígado, bazo, pulmones y riñones) y a otras seis como huecas o Fu, (intestino delgado, vesícula biliar, estómago, intestino grueso, vejiga y cavidades del cuerpo). La energía circula siguiendo un orden entre estas vísceras. Cuando en este recorrido la energía tropieza con algún impedimento o atasco, la misma denuncia el surgimiento de una indisposición o enfermedad. Cabe indicarse que el concepto de las cinco vísceras Zang no se corresponde exactamente con la clasificación similar de la medicina occidental, sino que se refiere a cinco mecanismos de circulación de la energía, encabezado por las vísceras Zang, que incluyen a las vísceras Fu, el Jingluo (el meridiano, pasillo por donde circula la energía por todo el cuerpo) y demás tejidos. “A diferencia de la medicina occidental moderna, que asume al cuerpo humano desde el punto de vista de la estructura, la MTC o medicina taoísta, lo hace desde el ángulo de la energía”, explica el maestro Li Yi, abad del templo taoísta Jinyun y famoso practicante de la medicina taoísta del país y experto en Qigong.
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